Decir adiós cuando la muerte te pone de sobre aviso

Hoy recibí de esas llamadas que quizás pasan poco en la vida. Un gran amigo escritor y poeta de hace varios años me escribe unas líneas y luego de saludarme y ponernos al día me dice «Sabes me estoy muriendo, tengo cáncer». Me quedé en silencio unos momentos y le pregunto «¿Qué tan seria es la situación?». Me contesta que fue diagnosticado hace unos meses, que por eso ha estado algo ausente. Lamentablemente no hay nada que la medicina pueda hacer y que de los 4-6 meses que le habían dado de vida cree que le quedan quizás unos diez días.

Contengo las lágrimas, hasta ahora nadie te explica que decir en momentos como esos. El, poeta al fin me dice «Escríbeme un poema». Claro te lo voy a escribir le digo y te lo mando por Whatsapp. El me contesta «No, escríbemelo pero quédatelo. Estoy despidiéndome de la gente que amo y te amo mucho, espero lo sepas. Has sido luz, letras y poesía en mi vida. Entro al hospicio el Lunes y bueno allá estaré sedado. Ya mi cuerpo ha comenzado a fallar».

Un silencio, extrañamente cómodo, se apodera de la conversación. Le pregunto si tiene miedo, si tiene algo que pueda hacer por el ahora o cuando se marche. Me dice «solo el poema y que no me olvides». He estado meditando estos días y tratando de dejarle amor a mi esposa y mis hijas. Quise preguntarle porque no me dijo antes pero al final creo que cada quien tiene derecho a planificar su muerte de la misma manera que planifica su vida.

Le digo que no voy a olvidarle y que algún día ambos seremos polvo de estrella y volveremos a estar juntos, en el mismo plano. Vuelvo a preguntarle si tiene miedo, si le duele algo. Me dice que ya está más allá de esa etapa, que la morfina lo mantiene con el dolor controlado pero que sabe le queda muy poco. Para alivianar el momento le pregunto que si ahora tiene una bola de cristal para saberlo todo, que no se acaba hasta que no se acaba. Me dice que lo sabe, que no tiene miedo, que está más preocupado por tener que romperle el corazón a la gente que quiere que por morirse.

«Soy solo una nota al aire, una palabra que no rima pero que encierra todo el sentido de la vida. Viví, plenamente, no tengo nada de que arrepentirme. Aún así me faltó vida, siempre sobran sueños. Es como lo que escribiste ayer. No quería decirte, no quería despedirme tan cerca de tu cumpleaños pero no tengo tiempo, espero lo entiendas»

N.S.

Le digo que morir es parte de vivir, que duele, que no le prometo no llorar, pero que le prometo no permitir que la muerte entierre toda su vida en un mar de lágrimas y de tristezas. Me dice que tiene una larga lista de personas a quienes llamar, me repite que me ama y me agradece todo lo que en muchas ocasiones hice por el, incluso las colaboraciones de poesía. En ese punto estoy llorando pero controlo mi voz porque no quiero que el se marche con mi tristeza.

Le digo que para mi siempre será una persona especial, que le deseo un buen viaje, uno lleno de paz y de luz. Le prometo vivir, tanto como pueda hacerlo. Me dice que el paso final es devolver el Lunes su aparato celular, que ha cerrado redes sociales, que ha transferido bienes y tiene todo listo. Me dice que si el tiempo se lo permite quiere escucharme leerle poesía un rato, el Lunes cuando entre al hospicio, antes de que quizás los sedantes le mantengan lejos.

Y aquí estoy, orando porque llegue el Lunes, por que el llegue al Lunes. No importa cuantas veces pase por esto, cuanto entienda lo efímero de este pedazo de eternidad. Nunca parezco estar lista.

Eternamente en mi….Eternamente tu.

Vivirás, cada mañana
en el amanecer,
en el mar,
y entre cada línea de poesía.
En cada memoria querida.
Vivirás, mucho más allá de los rituales,
lejos pero también muy cerca.
Vivirás por siempre,
incluso cuando llore o te extrañe entre suspiros,
porque la poesía te hará eterno
y el amor te mantendrá vivo.

Karolyn Castro.

Gracias por el privilegio de compartir tu amistad y tu poesía todos estos años, gracias por dejarme despedirme, por avisarme que te marchas. No duele menos, pero para eso son los amigos, para los momentos donde las palabras faltan y sentir es todo lo que nos queda.

Te amo amigo, vivirás por siempre conmigo.